Indistintamente, todas las actividades están absolutamente pautadas, sin posibilidad ninguna de hackear el espacio ni de plantear dinámicas que aprovechen los increíbles recursos del parque (hay construidos, entre otros, un camarote de barco, un avión y una torre de bomberos), para generar nuevos acercamientos y significados de la ciudad, lecturas que reescriban la dimensión urbana desde la inocencia de la imaginación infantil.

Existe una academia de policía pero, ¿acaso hay posibilidad para la desobediencia y la insumisión? 👮👮‍♀️🚓

La falta de ámbitos de libertad y creatividad en la que los flujos capitalistas de producción y servicio no estén insertos es nula, salvo un irrisorio parque de bolas que además se aloja fuera del entorno de la ciudad. La traslación de este lenguaje a la auténtica ciudad, a tan solo un muro de distancia, resulta tanto cómica como descorazonadora.

Si buscas en internet lo que es Micrópolix, encontrarás bastantes mensajes de padres encantados de soltar a sus hijuelos por la variada oferta infernal de Micropolix. Pero no todas las críticas son tan amables, y hay padres que se quejan del fast food o del precio de la tienda de chucherías. 🎂🍮🍔🍕

Ante la ausencia de críticas que cuestionen el sistema que subyace bajo Micrópolix, nos proponemos trasladar este modelo de ciudad a un formato interactivo para que tú mismo puedas componer una urbe perfecta.

Nada más entrar te proporcionan un pasaporte y 50 EURIX, la moneda favorita de los niños. La gracieta del parque es participar de una dinámica capitalista que se nos presenta sin el más mínimo ápice de sonrojo, dividiendo en dos las clases de oportunidades de juego disponibles: dinámicas de trabajo y dinámicas de recreación/formación.

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Las dinámicas de trabajo, participando de actividades como imitar ser veterinario, policía, o reponedor en un supermercado, nos proporcionarán EURIX que podremos gastar en actividades de recreación, como montar en quad, o en actividades de formación, como sacarse el carnet de conducir.